Hacia una estética investigativa
Reseña por Régine Debatty
Forensic Architecture es una agencia multidisciplinaria de investigación, compuesta por artistas, cineastas, escritores e investigadores en arquitectura que utilizan métodos arquitectónicos y reutilizan nuevas tecnologías de detección para investigar y exponer la violencia estatal o corporativa, especialmente cuando se inflige sobre el territorio.
El grupo ha analizado las fotografías aéreas de la Segunda Guerra Mundial, inspeccionado imágenes satelitales, desplegado cometas para el estudio del suelo, investigado restos de materiales que quedan en el suelo, construido modelos 3D para recrear atrocidades, creado cartografía interactiva y contra-cartografía, recopilado testimonios de sobrevivientes, escudriñado medios de comunicación generados por el usuario y cargado en internet, etc. Forensic Architecture utiliza cualquier medio necesario para reconstruir evidencias de violencia que haya sido inscrita sobre el suelo y el entorno construido. Su meticuloso trabajo es, entonces, convertido en evidencia que puede ser usada en instancias legales para retar la narrativa oficial de eventos críticos. Algunas veces se alcanza alguna forma de justicia. Otras, prevalecen errores judiciales o incluso la ausencia total de justicia.
Los casos de estudio detallados en el libro incluyen la reconstrucción de un tiroteo disputado en Cisjordania, la recreación arquitectónica de un centro de detención secreta en Siria desde la memoria de sus sobrevivientes, una investigación de la violencia ambiental y el cambio climático en Guatemala, un modelo 3D de las nubes de bomba que son utilizadas después como huellas para localizar ataques israelíes en el denso entorno urbano de Gaza y patrones de ataques de drones occidentales en Pakistán, Afganistán, Yemen, Somalia.
A lo largo de sus páginas, el libro nos da la oportunidad de aprender sobre los retos que el equipo de Forensic Architecture encuentra en su trabajo: las imágenes satelitales son más accesibles que nunca, pero su resolución es disminuida por razones de privacidad y sigilo, por lo menos cuando se trata de imágenes disponibles al público (como anota Weizman, las de alta resolución son utilizadas para matar y las de baja para investigar la muerte); el compromiso de ayudar a las víctimas deja al grupo expuesto a las críticas, aún cuando sus métodos son rigurosamente científicos; el sistema legal en sí mismo puede ser parte de un mecanismo de estado de dominación y negación; la evidencia de recursos derivados del análisis de video, la cartografía interactiva o la animación casi siempre encuentra objeción en las cortes porque son demasiado nuevas, etc.
El libro es fascinante. Se trata de información densa, imágenes, mapas y documentación que registra la manera en que la organización se reapropia y reutiliza un número amplio de habilidades y tecnologías en el contexto del activismo y la justicia. Su método es caracterizado por su precisión científica, pero, al mismo tiempo, por su sorprendente flexibilidad, empatía y creatividad.
El libro también es desalentador a momentos. La violencia promovida por el estado hace que la lectura sea muy incómoda: historias de despojo despiadado, de pueblos beduinos arrasados una y otra vez, colonización brutal del paisaje, destrucción de recursos vitales, asesinatos arbitrarios aceptados por el sistema cultural y legal, eliminación de la cultura, etc. Forensic Architecture. Hacia una estética investigativa es una publicación que recomendaría a cualquier persona interesada en derechos humanos, activismo, geopolítica, planeación urbana, arquitectura y en el uso creativo y social de las tecnologías.
Esta reseña fue originalmente publicada en inglés en we-make-money-not-art.com; la traducción al español es de Ximena Ocampo.
Régine Debatty (@wmnna) es escritora, curadora, crítica y fundadora de we-make-money-not-art.com, un blog que trabaja en la interfaz de la ciencia, la tecnología y el arte. Es conocida por sus escritos que exploran las conexiones entre el arte, la ciencia, la tecnología y los problemas sociales. Escribe y da conferencias a nivel internacional sobre la forma en que los artistas, hackers y diseñadores utilizan la tecnología como un medio para la discusión crítica.